Por: Dr. Leopoldo Vásquez Núñez
En el año 2010 el Instituto de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), declaró al loche como producto emblemático de Lambayeque, dándole la denominación de origen como uno de los ocho productos que tiene dicha denominación en el Perú, conjuntamente con el pisco de Ica, maíz blanco gigante del Cuzco. La cerámica de Chulucanas, la maca de Junín, el café de Machu Picchu-Huadquina, el café de Villa Rica y el pallar de Ica; considerándose al loche como un producto endémico, propio de la costa lambayecana, pero sobre sus características, origen e historia hay mucho que esclarecer a pesar que se ha escrito bastante sobre ello.
En primer lugar, mediante el proyecto de investigación
titulado “Obtención de plantines sanos de loche, genética y molecularmente
caracterizados, mediante propagación in vitro en la región Lambayeque” financiado por el Programa Nacional de
Innovación para la Competitividad y Productividad (Innóvate Perú), presentado y
ejecutado por la Asociación Distrital de Productores de Maíz Amarillo Duro y
otros Cultivos de Mórrope (ASPROMAD), en alianza con la Universidad Nacional
Pedro Ruiz Gallo, se ha determinado que el loche es una variedad de Cucurbita
moschata Duch. seleccionada y
mantenida por los agricultores de la etnia Mochica, desde tiempos ancestrales
hasta nuestros días, las características del fruto de este pequeño zapallito,
son tan particulares, que parece que se tratara de una especie diferente de
todos los demás zapallos, pero al comparar la estructura de sus órganos, en
realidad se trata de una variedad altamente diferenciada de la especie antes
citada, llamada comúnmente zapallo criollo o zapallo loche, esto se comprueba
por tener una característica predominante similar en ambos, es decir tanto e
zapallo criollo como el loche, que es el pedúnculo (guato), que tiene 5 lados y
su inserción con el fruto es ensanchado, en forma de una estrella de 5 puntas,
que lo diferencia de las otras dos especies que se consumen en Lambayeque, que
son el zapallo macre o fuque (C. máxima L.), cuyo pedúnculo es
cilíndrico y en el zapallito italiano o zuchini (C. pepo L.), cuyo pedúnculo tiene 10 lados.
Pedúnculos: 1. Zapallo macre. 2.
Zapallo criollo. 3. Loche. 4. Zuchini
Fotos: Leopoldo Vásquez Núñez |
El
zapallo criollo llamado también zapallo loche, existe en toda la costa norte
del Perú, desde Piura hasta Trujillo y en los valles calurosos interandinos. Crece
en forma subespontánea o semicultivada, cerca de las viviendas, bordes de
caminos y chacras, presentándose también en forma totalmente silvestre cuando
hay fuertes lluvias dentro de los pastizales que se forman con las lluvias
cuando se presenta el fenómeno del Niño.
Para
tener una idea más precisa, se ha hecho un estudio de esta planta, concluyendo
que se reproduce solo por semilla botánica, y no por semilla vegetativa o
esquejes como se reproduce el loche y que las variedades existentes son
numerosas, especialmente por la forma de sus frutos, que pueden ser esféricos,
cilíndricos, con cuelo largo o corto, recto o curvo, su cáscara o corteza siempre
es gruesa, lisa o rugosa, de color uniforme o variado, pudiendo ser verde,
amarillo, o con muchas irregularidades, en algunos casos su corteza o epicarpio
es tan duro que sirve para confeccionar recipientes o potos, inclusive más
duros que el mismo mate (Lagenaria siceraria), como sucede
con la variedad existente en los valles interandinos calurosos, denominado
chuyán, conforme se presenta en las siguientes fotografías.
Poto de zapallo chuyán Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Fruto seco y partido de zapallo chuyán Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
En cuanto a su tamaño pueden ser pequeños desde 1 kilo
hasta 15 o más, todos tienen una gran cavidad seminal que contiene numerosas
semillas, entre 500 a 700, casi todas fértiles, su pulpa es amarilla-anaranjada,
sin olor; el loche en cambio es una planta que conserva sus características invariables
por su reproducción vegetativa mediante trozos de talos o esquejes.
Semillas en germinación de zapallo criollo Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Plántulas de zapallo criollo Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Flor masculina de zapallo criollo Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Flor femenina de zapallo criollo Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Frutos naturales de zapallo criollo Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Zapallo criollo en borde de camino Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Fruto colgante de zapallo criollo Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Fruto de zapallo criollo en el mercado Moshoqueque Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Fruto de zapallo criollo en el mercado Moshoqueque Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Formas de zapallo criollo Fotos: Leopoldo Vásquez Núñez |
Semillas de loche
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Planta sembrada por esqueje
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Planta floreando
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Flor femenina
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Flor masculina
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Forma típica del fruto de loche
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Frutos maduros en campo
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Frutos de loche en cosecha
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Frutos partidos de loche con
semillas
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Frutos partidos de loche sin semillas
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con
forma de zapallo criollo existente en la actualidad
Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con forma de zapallo criollo existente en la actualidad Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con forma de zapallo criollo existente en la actualidad Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con forma de zapallo criollo existente en la actualidad Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con forma de zapallo criollo existente en la actualidad Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con forma de zapallo criollo existente en la actualidad Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con forma de zapallo criollo existente en la actualidad Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
Similitud de huaco precolombino con forma de zapallo criollo existente en la actualidad
Foto derecha: Leopoldo Vásquez Núñez |
No existe referencias históricas del loche durante el
coloniaje, los cronistas no lo mencionan, el primero que escribe sobre el loche
es Juan de Aroma que usa el seudónimo de Pedro Paz Soldan y Unamuno, quien
escribió un diccionario de Peruanismos, publicado en la época republicana, en
el año 1883 y se refiere a un zapallito muy fino y estimado conocido con el
nombre de “Avinca”, procedente de Eten; en realidad “avinca” es el nombre
quechua del zapallo criollo cultivado en los valles interandinos porque su
nombre mochica es “rafan” que ha dejado de utilizarse pero existe un lugar con
ese nombre en Ferreñafe, luego Enrique J. Bruning, en su diccionario Muchik,
publicado en el año 1917, no menciona al loche y usa el término “lots” para el
zapallito también cultivado en Eten, como se ve, en ambos casos no dan el
nombre de loche, recién en el año 1926, Rafael Larco Hoyle, muestra por primera
vez un huaco que le llama zapallito loche y en el año 1940, Paco Camino, en su
novela “El Daño”, menciona un manjar llamado “bien me sabe” que se preparaba en
Chiclayo en base a loche, huevos, leche y azúcar, finalmente en el año 1969
irrumpe el loche como un ingrediente de la cocina moderna, a partir de un
documental donde se presenta a la cocinara chiclayana Panchita Robalcaba, con
sus potajes exclusivos, como el seco de cabrito, arroz con pato, espesado, que
ahora son famosos en todo el Perú, en conclusión el término loche que en lengua
mochica significa lágrimas de la luna, haya sido utilizado por la población
mochica en su última etapa de existencia en el tiempo de coloniaje que puede
ser cuando se obtiene esta variedad cultivándolo por esqueje.
El cultivo del loche probablemente se ha iniciado en Eten
y Monsefú, no se sabe cuando, en donde se mantiene hasta ahora en forma de
pequeñas parcelas de pocas plantas, para consumo exclusivamente familiar,
porque allí las plantas duran varios años debido a que las altas temperaturas
de verano no lo afectan, por ser amortiguadas por la brisa marina, en cambio
más al interior de la cosa o más al norte, las plantas no soportan el calor y
mueren de a raíz, por eso más allá de Eten y Monsefú, en todas los pueblos de
Lambayeque, se cultiva desde hace mucho tiempo, pero como cultivo anual y el
semillero permanente son dichos pueblos, allí se han desarrollado 2 variedades,
uno con plantas pequeñas, con tallos de 1 a 2 metros y frutos también pequeños
de menos de 1 kg, pero su pulpa es compacta, sin semillas y de mejor calidad en
aroma y sabor que la otra variedad que da frutos de mayor tamaño con cavidad
seminal, y pesan más de 2 kilos.
La época de siembra tradicional se hace en la estación de
verano, cuando las temperaturas son altas, en los meses de febrero y marzo, en
la fase de luna madura (luna llena) para que al bajar la temperatura en
invierno pueda fructificar mejor; la cosecha se inicia a partir de los 100 días
después de la siembra, desde mayo y dura hasta junio, la planta puede seguir produciendo
por más tiempo, pero con escasos frutos, por eso es mejor dar por término al
cultivo. Hasta el año 2010, se sembraban en Lambayeque aproximadamente 50 hectáreas,
ahora que la demanda se ha incrementado, se siembra en cualquier época del año
y el hectareaje es mayor, esto es sin considerar lo que se siembra fuera del
departamento, como Trujillo, Piura y en los valles interandinos de Bagua,
Cutervo (Querocotillo), de donde se comercializa en las ciudades de la costa,
pero como ya hemos mencionado su calidad no es igual a loche lambayecano,
porque pierde sabor y aroma.
La producción de loche por hectárea en una parcela con
manejo técnico adecuado, puede producir arriba de las 8000 unidades con un peso
promedio de 11,000 kilos, y un precio de 25,000 soles, que restándole el costo
de aproximadamente 10,000 oles, da una ganancia de 15,000 soles por hectárea. En
una parcela experimental que se hizo en la ejecución del proyecto en una
parcela cercana a la ciudad de Mórrope, se cosechó 14,000 frutos y se obtuvo
una ganancia de 30,000 soles; cuando hay
poca producción, el precio se eleva y se duplica o triplica y la ganancia es
mucho mayor.
Es necesario advertir que cuando el loche se escasea, los
comerciantes venden trozos de zapallo criollo por loche, porque el color es muy
parecido, pero no tienen ni el sabor ni el aroma del auténtico loche.
Felicidades y muchas gracias xla informacion..y aqui en Omas tierra calurosa todo el año se podra sembrar es sierra de yauyos Cañete Lima...
ResponderEliminarMuy interesante...voy a visitar Lambayeque! Saludos
ResponderEliminarBuen día donde puedo conseguir las semillas.
ResponderEliminarDentro del loche
ResponderEliminarPor mi tierra venden el loche pero no tiene la forma de las imagenes
ResponderEliminarPor mi tierra venden el loche pero no tiene la forma de las imagenes
ResponderEliminarBonita esta pagina
ResponderEliminar