jueves, 22 de agosto de 2013

MIRACOSTA Y LAGUNA MISHAGUANGA


MIRACOSTA Y LAGUNA MISHAGUANGA

Por: Dr. Leopoldo Vásquez Núñez
En el distrito de Miracosta está la famosa laguna de Mishaguanga tan mentada por sus poderes sobrenaturales al igual que las Guaringas de Huancabamba, usada por los brujos y curanderos para sanar a sus pacientes, para acceder a dicha laguna desde Chiclayo se parte por la pista que va a Pomalca hasta llegar a un desvío antes de llegar a Chongoyape, de donde se comienza a ascender hacia la sierra, llegando primero al distrito de Tocmoche y luego al de Miracosta, y más arriba en la cumbre de la cordillera esta la laguna.

De acuerdo a mi modo de ver profesional relacionado con la naturaleza, mucho más con nuestros recursos naturales, quiero dar alguna información de lo que se aprecia a lo largo de este recorrido de 150km aproximadamente.
La ruta comprende los distritos de Tocmoche, Miracosta y San Juan de Licupis, pertenecientes a la provincia de Chota en el departamento de Cajamarca, sus capitales son pequeñas ciudades fundadas en la época de la conquista española por los años 1550-60.

Entrada al pueblo de Tocmoche
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

Miracosta
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez


San Juan de Licupis
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez


Tocmoche se encuentra a 1000 m.s.n.m., cerca al margen derecho del río Sangana, es un lugar de clima tropical todo el año, sigue Miracosta que está a 3000 m.s.n.m., se encuentra en una pequeña meseta andina, su clima es mayormente frío, igual sucede con San Juan de Licupis que está a la misma altura de 3000 metros muy cerca de Miracosta, las tres ciudades son muy estables en su población, debido a la migración hacia la costa, son parecidas tienen una plaza, una iglesia y un local municipal, como más notorios, tienen servicio de agua y alumbrado, no hay restaurantes ni hoteles.
Para llegar a la comentada laguna de Mishaguanga, se parte de Miracosta hacia la cumbre de la cordillera, con dirección sur oeste, hasta alcanzar los 3700 m.s.n.m., se hace por una trocha carrozable de aproximadamente 5 kilómetros y el viaje dura una hora en camioneta, llegando de improviso al borde de la laguna enclavada entre farallones rocosos por un lado hacia el fondo y a los costados por laderas cubiertas de pajonales, en realidad se trata de tres lagunas, los dos más grandes están en la parte superior una tras otra y a un mismo nivel, la de adelante se le llama laguna clara por tener sus agua transparentes por tener un lecho de roca caliza blanquecina, la posterior se le llama laguna oscura porque el agua de su lecho es de roca negruzca y además por la sombra permanente de los altos cerros que lo rodean, aclarando que en ambas lagunas son totalmente límpidas, el espacio de tierra que las separa es como un puente ancho, cubierto de pasto, de unos 50 metros de largo por 20 de ancho, ambas lagunas están conectadas por un zanjón que atraviesa el puente y permite desaguar de la oscura a la clara, debido a que la primera se alienta de vertederos permanentes que vienen de la parte más alta de la cordillera que se aproxima a los 4000 m.s.n.m., además en el tiempo de lluvias se cargan y hace que la laguna rebase su capacidad pasando sus aguas por el citado zanjón.

La laguna Mishaguanga al nivel del dique con un fuerte oleaje
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

Laguna clara
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Laguna negra
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
 
Vista lateral de la laguna clara
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Istmo que separa la laguna clara de la laguna negra
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Pajonal cerca a la laguna clara
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

Laguna Ciénega debajo de la laguna clara
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Para precisar algunos datos más sobre estas lagunas podemos decir que la laguna clara es más grande, de forma ovalada, de unos 500 metros de largo por 400 de ancho, la oscura es un poco menor a la otra laguna, de forma circular de aproximadamente 200 metros de diámetro, en cuanto a su profundidad no hay datos precisos, pero se puede observar desde la orilla que se trata de lagunas profundas, viéndose las piedras a unos 10 metros en el fondo, la primera se puede recorrer toda su periferia, la oscura sólo es accesible por el puente que separa a ambas, el resto de su entorno son acantilados rocosos casi perpendiculares e inaccesibles; en las dos lagunas se presenta un marcado oleaje, que rompe con fuerza en las orillas, son más notorias cuando se cargan y suben su nivel en la época de lluvias, es frecuente la presencia de torrenciales lluvias, en forma de tormentas con neblina y fuertes vientos, a veces con granizadas; la laguna clara también tiene su desaguadero natural que da origen al río Sangana; la municipalidad de Miracosta a represado ambas lagunas para regular su caudal, la negra tiene un dique de piedra y la otra un dique de concreto en forma de una gruesa pared de 3 metros de alto, con una compuerta; el desaguadero tiene un buen caudal de agua y llega a otra laguna a unos 100 metros más abajo, se trata de una ciénega cubierta de pasto a manera de una alfombra, de aquí sigue el zanjón de desagüe, el que se ha canalizado en un primer tramo y luego se ha entubado para dar servicio tanto a Miracosta por un lado como a San Juan de Licupis por otro.
El desaguadero natural sigue su curso y es el origen del río Sangana, pero a los costados hay otras quebradas y vertientes que se forman en la cumbre de la cordillera occidental y discurren en forma de un abanico que se van juntando hacia abajo hasta convertirse en un verdadero río que va a desembocar en el río La Leche en el lugar llamado puente caído que está más allá de Mayascón, camino a Incahuasi.
En conclusión el río Sangana comprende una amplia cuenca habitada desde tiempos preincaicos conforme se advierte por los restos arqueológicos existentes, aquí se desarrolla una agricultura intensiva y ganadería, los cultivos son mayormente de pan llevar, la parte alta es más ganadera que agrícola, en la parte media se cultiva maíz, papa, trigo, cebada, alverja, habas, ocas, ollucos, chiuches, racachas, repollos, en la parte baja se cultiva yuca, camote, plátano, palta, caña de azúcar, maíz amarillo duro, entre otros, esta cuenca limita hacia el oeste, por el lado oriental de la cordillera con la cuenca del río Chotano en donde está el distrito de Querocotillo de la provincia de Cutervo, hacia el sur está la cuenca del río Cumbil, en donde se encuentra el distrito de Llama y hacia el norte limita con la cuenca del río La Leche donde está e distrito de Incahuasi de la provincia de Ferreñafe.
Es necesario anotar que a orillas del río Sangana más debajo de Tocmoche, está “El Cárcamo”, lugar donde el héroe de la guerra con Chile el coronel Manuel Becerra con 80 hombres, le dio batalla al ejército chileno con 400 soldados bien pertrechados, muriendo 200 de ellos.
En cuando a la importancia sociocultural de la laguna Mishaguanga, en primer lugar se le atribuye poderes sobrenaturales a donde han acudido los brujos y curanderos a realizar sus ceremonias mágico religiosas para tratar a sus pacientes, de acuerdo con la tradición la laguna clara sirve solamente para curar y la oscura para ocasionar maldades o sanar de maleficios, se dice que ambas son encantadas, en las noches de luna llena la clara se convierte en un jardín con una hermosa planta de naranja llena de frutos y la oscura se ve con una gran serpiente de oro en el fondo. A finales del siglo pasado el brujo que más acudió a dichas lagunas fue Don Santos Vera de Túcume, el brujo más famoso de ese tiempo, en la actualidad se ha prohibido el uso de la laguna para ese fin, bajo la pena de ser linchados por la población, con el fin de evitar su contaminación ya que es la fuente de su existencia, pero si se siguen recogiendo las plantas que más utilizan para armar la mesa y los seguros como las mishas, cóndor, trencilla, hierba del carnero, guamanripa, pin pin, todas se encuentran alrededor de la laguna.


Cóndor rastrero para los seguros de los curanderos
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

Cóndor del género Huperzia - Cerca a la laguna-Planta medicinal usada por los brujos y curanderos como seguro
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez


Planta de valeriana
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Planta de lirio de jalca
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

Lirio de jalca del género Werneria-Planta medicinal
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Culantrillo de pozo del género Adiantum en Miracosta-Planta medicinal
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Floripondio rojo, es la misha colorada de los brujos - San Juan de Licupis
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Plantas de hierba del carnero del género Puya en los cerros cerca a la laguna clara
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Cuticuti-Helecho cerca a la laguna-Planta medicina
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Pimpin del género Echeveria-Planta medicinal
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Órnamo estrella del género Valerianella alrededor de la laguna-Planta medicinal usada como tranquilizante
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Rosa andina del género Tibouchina en Miracosta
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Guamanripa cerca a la laguna Mishaguanga-Planta medicinal para el resfrío
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Guamanripa cerca a la laguna Mishaguanga-Planta medicinal para el resfrío
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez


Referente a la biodiversidad existente a lo largo del recorrido se aprecia diferentes zonas de vida las más importantes son el bosque seco que va desde los 400 m.s.n.m. hasta los mil, cubierta de un tipo de vegetación compuesta por árboles y arbustos sin follaje casi todo el año, dando la apariencia de estar secos, pero no es así, están vivos, con su corteza verde, que reemplaza ala hojas en su función, solo una ligera temporada, con las lluvias de verano se cubren de hojas que dura poco tiempo, entre los árboles más comunes están el palo santo, del que se obtiene el incienso que sirve para aromatizar ambientes, el gualtaco, que es una buena madera, también están el  añalco, el charan, el pasayo, el frejolillo, muchos cactos echados y erguidos, también hay una papaya nativa, llamada mito con frutos comestibles, en esta zona no hay agricultura por falta de agua, solo se desarrolla la ganadería mayormente de caprinos y algo de vacunos de raza cebú que se han adaptado al lugar alimentándose en base al ramoneo; sigue una segunda zona de vida que va desde los 1000 a los 3500 m.s.n.m. y se llama bosque montano o bosque húmedo compuesto por una vegetación arbórea de follaje permanente, debido a que llueve frecuentemente y siempre está cubierto de neblina, este bosque casi a desaparecido porque ha sido intensamente talado para convertirlo en chacras y pastizales, y solo quedan algunas áreas aisladas de difícil acceso, pero a pesar de eso se sigue destruyendo, debido al aumento de la población que busca ampliar su espacio para sobrevivir y es inexorable su extinción en poco tiempo, entre las especies más importantes de plantas tenemos el aliso , la chirimoya, la lúcuma, el maquemaque, el tandal, la taya, el muñuñu, el pargay, tres hojas, y una gran diversidad de otras plantas que es un tema aparte, pero si es necesario anotar que en la parte más alta de este piso entre los 3000 y 3500 existe todavía un bosque llamado quinuar conformado mayormente la especie botánica Polylepis racemosa, cuya madera es dura y sirve para la construcción de viviendas, cercos, para leña, carbón, etc, pero también se está deforestando peligrosamente, hay una propuesta para declararla como área natural protegida y depende del gobierno de Cajamarca que lo oficialice, ojala se haga realidad.
 

Bosque seco en Chongoyape
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

Árbol cubierto de epifitas (Achupayas o tillandsias)
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Bosque de Quinuar (Polylepis) deforestado-Cerca a la laguna
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Bosque de Quinuar en Miracosta
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

 
Planta de quinuar
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
Chisguín una Cucurbitaceae alimenticia en Tocmoche
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

La fauna que se aprecia también es muy variada, mayormente aves; se observa desde la costa y parte de la sierra  baja tordos, chiscos, guarda caballos, chilalas, ruiseñor, putillas, peches, chilalas como las más conocidas, más arriba se presentan gorriones, chiroques, loros, pericos, palomas, tortolas, turcas, zorzales (Chuquia), solitario, cargacha, perdiz, gavilán, halcón, china linda, gaviota andina (lic lic), etc; entre las culebras es común la colambo, macanche, corales y hay también lagartijas, iguanas, pacasos, diversos sapos y ranas; entre los mamíferos se presenta en venado, conejo, zorrillo, armadillo, manjungas, zarigueñas (canshul), viscachas, guanganas, zorros, de vez en cuando, pumas y osos; esto solo es lo más común que se conoce, anotando que hay una infinidad de animales y plantas más debido a que la naturaleza de nuestro país es uno de los más diversos del mundo.


Una tarántula en San Juan de Licupis
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

Se tiene referencia que en la laguna clara hay truchas que fueron sembradas a mediados del siglo pasado por Juan Pardo hacendado de Tumán, piloto aventurero que acuatizaba con su hidroavioneta en muchas lagunas andinas a donde llevó alevinos, actualmente no se tiene mayores referencias si existen o no, pero lo que sí se ve esporádicamente es patos silvestres. No quiero dejar de mencionar, que don Juan Pardo en una osada aventura de querer atravesar la selva amazónica hasta llegar al Brasil, se perdió Junto con su hija que hacia de copiloto, sin tenerse noticias hasta ahora.

En la misma ruta después de Miracosta se pasa a San Juan de Licupis, a unos 10 kilómetros de distancia y a la misma altura de 3000 m.s.n.m. es un pequeño pueblito con su plaza y su iglesia bien presentadas, pero las casas permanecen con las puertas cerradas casi en su totalidad, dando la sensación de estar deshabitadas, esto sucede tanto por el frío y el viento que corre, como porque en realidad los dueños son agricultores que más paran en sus predios o también ya no viven allí, de aquí sigue una carretera bien afirmada hacia la costa bajando por una ladera casi perpendicular, viéndose desde arriba como un precipicio sin fondo, pero el camino en zigzag, permite bajar 2000 metros hasta llegar a un escalón plano en donde se encuentra un centro poblado llamado Pampas, a 1000 m.s.n.m. su clima es caluroso todo el año, tiene una amplia laguna superficial donde la gente cría gran cantidad de patos, dándole al lugar una hermosa vista, de aquí se baja por otra pendiente más corta que la anterior, hasta llegar al Cumbil en donde se empalma con la pista que va a Chota.

En conclusión este circuito que describo, constituye una buena oportunidad para quienes les gusta la aventura y más que todo conocer lo hermoso que es nuestro territorio, el viaje se hace en un solo día, es preferible llevar fiambre o algo para comer, porque no hay restaurantes que puedan atender, más que todo al momento o al paso, tampoco hay hospedajes, y no se puede perder tiempo para cumplir con el itinerario anotado.

viernes, 19 de julio de 2013

LA CUDA

Por: Leopoldo Vásquez Núñez


LA CUDA

En la sierra norte del Perú, más frecuente en Cajamarca, Amazonas y San Martín, es común la existencia de un duende o fantasma, que le denominan “la cuda”, que se presenta como una tentación, más a los hombres que a las mujeres, mayormente en el silencio de la noche o a veces en el día, cuando las personas se encuentran en parajes solitarios, como bosques sombríos o caminos despoblados. Con el objeto de tener una mejor idea, voy a narrar algunos acontecimientos que me han contado en mis innumerables viajes por diferentes lugares y también he sido testigo de algún hecho.



A mediados del siglo pasado, década del 50; en el caserío Tambillo de Cutervo, un habitante del lugar que podemos llamarle Junan Quiroz, salió de su casa cerca al anochecer, como se dice entre oscuro y claro a recoger su ganado, y al caminar por un sendero solitario, a la orilla de una quebrada, cuyas aguas claras forman remansos como pequeñas lagunas, en una de ellas, en la orilla opuesta a donde pasaba el citado señor, vio una mujer delgada, de hermosa cara, vestida de falda (fondo) y sombrero que lo estaba mirando, al fijarse bien, observó que tenía una de las extremidades inferiores en forma de una pata de gallina, que lo dejó absorto y de miedo, la mujer fue metiéndose en el agua hasta desaparecer, al llegar el hombre a su casa contó el hecho, botando espuma por la boca y murió.

A inicios del siglo pasado (1920), cuando el transporte se hacía en bestias de carga, porque no existían carreteras, generalmente mulas y caballos, con los conductores llamados arrieros, siendo los viajes largos, de varios días, acampando por las noches en parajes solitarios, buscando protegerse del frío o aguacero, que podía ser una cueva o alguna choza abandonada, sus bestias los maneaban, con una manea corta de pocas aldabas y con llave para que no se alejen del lugar, pero sucedía que la cuda en la oscuridad de la noche, se les presentaba, cantando o gritando fuertemente, repitiendo su nombre, cuda, cuda, cuda y no les dejaba dormir o le quitaba sus cosas, generalmente les jalaba las frazadas, llevándolas a lugares inaccesibles, también llevaba las bestias con maneas y todo a lugares muy alejados y en una sola noche, a veces las retiraba a distancias tan largas que tenían que caminar 3 días para recatarlas, haciéndoles perder el tiempo; el secreto para alejar a la cuda es insultarla con palabras soeces o aventarle excremento, lo que la aleja, gritando, diciendo cochino, cochino, porque a los rezos y oraciones no hace caso.

Cuando se construyeron las carreteras de penetración hacia la sierra, una de las más antiguas que se hizo fue la de Chiclayo a Chota, se inició allá por el año 1925 mediante la ley vial dictada por el presidente Leguía, la cual establecía que todos los hombres mayores de 18 años tenían que trabajar gratis para el estado un día al mes y así se construyeron muchas carreteras. Los primeros vehículos que llegaron a Chota fue aproximadamente por el año 1940, en esos años en una oportunidad un camionero, cada vez que atravesaba por la montaña de Huambos, en un paraje solitario siempre encontraba a una mujer joven pastando sus ovejas al costado de la carretera, a quien piropeaba y la invitaba a subir a su vehículo, hasta que una vez accedió, pero al sentarse a su costado observó que tenía pata de gallina y al mirarle a la cara vio que por un lado era normal y muy hermosa y por el otro era una calavera, y luego desapareció, quedando el piloto absorto y murió botando espuma por la boca.

En el distrito de Querocotillo de la provincia de Cutervo, existe un caserío llamado el Palmo, en donde vivía una familia Gonsales, que se dedicaba a la crianza de ganado y como es costumbre cuando el pasto se agota en un lugar, se lleva el ganado a otro lugar, a veces distante medio día o más de camino y así sucedió con esta familia, en donde dos de los hijos, aún niños de 10 a 12 años de edad se fueron con su ganado a un lugar que quedaba en una hoyada en cuyo fondo había una laguna y en la orilla tenían una choza para pasar la temporada de pastos, en la primera noche que llegaron, habían encendido su fogón para cocinar su mote y asar su carne seca de carnero, que llevaban de fiambre, el ganado lo amarraron cerca a la choza y sus 2 perros bravos acostados cerca a la puerta; en todo el silencio y oscuridad de la noche, aproximadamente a las 8 pm, les canta la cuda, en la misma puerta y los niños se llevaron tremendo susto, pero los perros sorprendidos se abalanzaron sobre la cuda, trabándose una feroz pelea, en donde la cuda gritando se metió a la laguna, arrastrando a los perros que salieron totalmente mojados y sacudiéndose.

En un caserío del distrito de la Ramada perteneciente a la provincia de Cutervo, a un joven que transitaba por un camino se le presentó una mujer joven muy hermosa que le sonreía como si estuviera enamorada de él y así fue cada vez que pasaba por el mismo lugar, al observar que tenía pata de gallina, supo que era la cuda, y por más que quería apartarse; se le prendió tanto que no podía alejarla por más que la insultaba, preocupado el joven se fue a la ciudad de Cutervo con el fin de deshacerse de ella, pero grande fue su sorpresa que en la puerta del cuarto donde se había hospedado, la primera noche le cantó la cuda, pero como ya le habían advertido que la cuda era asquienta, lo que hizo fue desnudarse totalmente y frotarse con heces y abrió la puerta viendo una mujer que se retiraba corriendo y gritándole cochino, cochino y no volvió más.


En el distrito de San Andrés de Cutervo, el actual alcalde, profesor Alejandro Pérez Cardoso, reelecto 4 veces es mi amigo y nos conocemos desde los años 80, porque fue alumno en la Universidad Pedro Ruiz Gallo; cada vez que vamos en excursión a visitar el parque nacional de San Andrés, en donde está la espectacular gruta de los guachoros, el citado alcalde siempre nos da trato preferencial, brindándonos hospedaje en un local de la municipalidad acondicionado para tal fin con colchones y frazadas, por el año 2005 me obsequió un CD, en donde se hace un reportaje turístico en toda el área que comprende el parque y cuando los reporteros con sus guías hacían el recorrido por varios días, una noche acamparon en la parte alta de la cordillera de Tarros, cerca de una laguna llamada Pilco, en un espacio protegido por rocas altas e inclinadas formando una cueva de poca profundidad, que les protegía del viento y la lluvia, cuando habían hecho su fogata y estaban quemando leña para calentarse y alumbrarse, en la oscuridad de la noche antes de dormir aproximadamente a las 8 pm, les canta la cuda muy cerca sobre la cueva, lo que ha quedado grabado en la filmación, probando su existencia, si alguien lo desea puedo darles la copia.

Finalmente en una de mis visitas a la provincia de Bagua, en el caserío llamado La Peca, nos hospedamos una noche en una pequeña tienda comercial campestre llamada “tambo”, conversando con el teniente gobernador de apellido Díaz y otros señores del lugar, estábamos tomando algunas cervezas y al promediar las 11 de la noche en una laguna cercana al lugar cantó la cuda muy fuerte “cudaaaa”, “cudaaa”, seguramente buscando clientes.

De hecho, en cada lugar de la sierra, existen anécdotas sobre la cuda, su existencia es evidente, sin embargo nadie ha podido comprobarlo, porque es un enigma como es la existencia de los OVNIS o platillos voladores, pero lo que si es cierto es que cada vez que la población aumenta y tala el bosque para poblarla al igual que los lugares lúgubres, la cuda, se ausenta, seguramente con el tiempo será menos frecuente hasta perderse, por eso escribo estas referencias para que quede como un recuerdo para el devenir del tiempo y la civilización.

Para los que lean este comentario y tengan alguna referencia adicional que contar pueden aumentar estos relatos.

sábado, 18 de mayo de 2013


COSTUMBRES Y MITOS PARA RECORDAR
Por: Leopoldo Vásquez Núñez

Existen algunos usos, costumbres y mitos tradicionales que han sido muy comunes en la población rural de la sierra cajamarquina y otros lugares, que con la modernidad se van perdiendo y que es necesario por lo menos tener una idea mediante los relatos que pienso publicar a partir de la fecha.

EL CARDÓN  (Dipsacus fullonum)

Es una hierba robusta de más o menos 1 metro de alto, con la raíz gruesa y blanca, como un nabo, su tallo erguido provisto de aguijones cortos y punzantes, tiene pocas ramas largas paralelas al tallo principal, las hojas basales son más grandes que las superiores, tienen forma lanceolada con los bordes dentados, son opuestas, entresoldadas, formando un embudo cerrado, que se llenan de agua cuando llueve, tanto el tallo como las ramas terminan en una inflorescencia en forma de una cabezuela ovoide, de 5 a 10 cm de largo, en donde están las flores lilas o blancas como tubitos, que sobresalen de las brácteas protectoras convertidas en espinas largas, ganchudas y punzantes, de tal manera que al madurar forman como una esponja dura sobre los tallos delgados, semejando un hisopo espinoso.
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez

 Esta planta es de origen europeo de la península ibérica y fue traída por los españoles al Perú en donde se ha naturalizado, encontrándose en terrenos húmedos y arcillosos, generalmente en bordes de acequias y caminos, entre pastizales, arriba de los 2000 metros sobre el nivel del mar hasta los 3000.
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez
 Su uso es ancestral, probablemente desde que el hombre comenzó a vestirse con tela confeccionada de lana de oveja, se remonta hace miles de años en Europa, porque con sus cabezas espinosas se confeccionaba una paleta o manojo de ellas, llamada percha, que se utilizaba para suavizar la superficie de la tela sacándole pelusa con las espinas y así evitar que la tela dura raspe la piel y la escalde, con este fin se ha usado en la sierra del Perú hasta mediados del siglo pasado, cuando la vestimenta de hombres y mujeres eran confeccionadas artesanalmente de lana, al proceso se le llamaba cardado, debido al uso del cardón, esa vestimenta, tanto las faldas o polleras, llamadas fondo, como la bayeta o pañolón que usaban las mujeres, así como también los pantalones y el poncho, que vestían los hombres han dejado de utilizarse o hacerse de lana, habiendo sido sustituidas por telas industriales, por lo que el cardón ha dejado de usarse con este fin y más bien tiene uso medicinal, la raíz y las hojas protegen y estimulan la función hepática.
Foto: Leopoldo Vásquez Núñez